Observa cómo te sientes para saber cuándo estás lleno. Y no tengas miedo de dejar comida en el plato: no tienes por qué metértelo todo dentro.
También puedes probar los siguientes métodos:
Coge un cubierto con la mano no dominante o prueba a comer con palillos.
Pon un temporizador de cocina durante 20 minutos e intenta estirar la ingesta de alimentos durante ese tiempo.
Antes de abrir la nevera o el armario de la comida, pregúntese si realmente tiene hambre. Si no estás seguro, intenta hacer otra cosa, como leer, dar un paseo o hacer ejercicios de respiración. Si el hambre era emocional y no fisiológica, te abandonará durante la actividad.
¿Se puede adelgazar rápido con yoga?
El yoga es un proyecto a largo plazo para mantener la salud y un peso normal. Su práctica no conduce a una pérdida rápida de peso, especialmente para las personas con un IMC dentro del rango normal.
Si cada mañana te subes a la báscula y mides tus medidas, esperando impaciente a que desaparezcan los kilos de más y aparezcan los cubitos, es probable que te frustres y abandones la práctica, reconociéndola como ineficaz.
El yoga es adecuado para quienes están cansados de dietas constantes y ejercicios que no producen placer, quieren aceptar y amar su cuerpo, hacerse amigos de él y aprender a escucharlo.
Si necesita perder unos kilos para un evento o quiere parecerse a la portada de las revistas deportivas, considere otras opciones de actividad física. Por ejemplo, una combinación de entrenamiento cardiovascular y de fuerza o un entrenamiento por intervalos de alta intensidad.